Enso: “Contempla tu propia naturaleza, vuélvete un buda” (Kensho jobutsu)

Alrededor de esta cita tenemos un enso, un círculo Zen, del cual hemos hablado anteriormente en otra entrada. En el centro tenemos “Contempla tu propia naturaleza, vuélvete un buda”, una versión en japonés y otra en inglés.

Esta cita es parte de unos versos atribuidos a Bodhidharma. Bodhidharma, fue un monje indio, o quizás persa, que viajó a China en el siglo IV o V y al cual se atribuye la transmisión de la escuela Zen de India a China. Es una figura hagiográfica, es decir, con base y fundamento histórico, pero con un aura de misterio y un rastro de leyendas a su alrededor. Se cuenta que pasó nueve años meditando en una cueva cerca del monasterio Shaolín y que tras esto comenzó su enseñanza.

Los versos,

Una transmisión especial al margen de las escrituras, /

Fundada no en palabras ni letras elegantes /

Señalando directamente la mente corazón /

Contemplando la naturaleza original, volviéndonos Buddha.

se consideran el pilar fundacional de la escuela Ch’an (en chino, Zen en japonés).

Hay diferentes formas de Zen, o diferentes objetivos al practicar Zen. Se puede practicar con la sola intención de estar mejor física y mental mente, esto se llama bompu zen, o se puede practicar por lograr una visión y comprensión clara de quienes somos, esto se llama kensho zen. Los dos, por supuesto, están conectados, y también los otros cinco tipos.

Esta comprensión es expansiva, es decir, primero vemos quién está sentado, como se siente ese día, que partes del cuerpo tiene más tensas, qué emociones y pensamientos están presentes ese día, y a partir de ahí comienza una expansión hacia quienes somos en un marco más general, como hermanos, como vecinos, como trabajadores o desempleados, como ciudadanos, quienes somos como habitantes del planeta y como habitantes del universo, quienes somos en la sociedad, en la historia y en el plano de la existencia.

Comenzamos a expandirnos, o a viajar por estas diferentes formas de vernos a nosotros mismos, hasta que aparece una verdadera revelación de cuál es nuestra naturaleza original. Esta comprensión, como decía Bodhidharma, está más allá de las palabras y las letras bonitas. O está, más bien, mucho más acá.

Esta revelación tampoco tiene un valor en sí mismo, como veremos más adelante en el artículo sobre La Vía Media, sino que es el comienzo de toda una nueva forma de ver el mundo, a nosotros mismos y a los demás. Una forma más ligera y compasiva de vivir. Básicamente comenzamos a ver el mundo como nuestra propia naturaleza y viceversa: nuestra verdadera esencia es el universo.

Esta verdad de Perogrullo que podemos leer también en cualquier libro de física se convierte en una verdadera revelación, en una experiencia directa de esa unidad. Nada ha cambiado, pero todo es diferente.

El enso en inglés enmarca, como en el otro, una escritura irregular dentro de un trazo grueso y firme, pero también irregular. El carácter asimétrico del enso da cuenta de perfecta imperfección. La caligrafía irregular de mayúsculas al comienzo de las palabras, así como el espacio entre las letras y la discontinua colocación de los renglones transmite un carácter infantil, tierno.

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